Ingresaba en el supermercado y compraba todo lo que veía en las vitrinas hasta vaciarlas. Así, pedía todos los productos más caros, hasta que la cuenta fuera lo más grande posible. Un turista inglés que sufre de un trastorno bipolar esquizotípico gastó, por ejemplo, 170 mil euros en un supermercado de El Corte Inglés de Santander. Después de un mes después de recibir tratamiento psiquiátrico, fue dado de alta del Hospital de Valdecilla, una vez comprobado que había superado su adicción a las compras compulsivas.
Los comerciantes que lo reconocieron contaron que lo que hacía este hombre era ingresar a los locales y pedir absolutamente todos los productos exhibidos. Hasta que la policía lo detuvo. El hombre, que gastó todo lo que había ahorrado en su vida, se quedó con solo ocho mil en la cuenta después de este episodio de compras compulsivas.
Para comprender lo absurdo del comportamiento bajo la enfermedad basta decir que el dinero fué empleado solo en productos de alimentación.