Se detecta el aumento de adicciones ya que esta droga se mal utiliza como calmante emocional ante el aumento de las tensiones personales y económicas derivadas de la crisis.
Es paradójico a la vez, que la principal causa de abandono de esta adicción sea no poder costearla debido al empobrecimiento.
Las estimaciones indican un aumento superior al 30% en el número de solicitudes de atenciones por adicción al alcohol desde mediados del año 2009.
En el consumo de sustancias que alteran la consciencia y el comportamiento también se está produciendo una rotación en el tipo utilizado hacia otras sustancias más baratas como alcohol, hachís y heroina.
Estas fueron algunas de las conclusiones que se extrajeron ayer en la presentación de la memoria de actividades del 2010 de la Confederación de Entidades para la Atención a las Adicciones, que integra centros asociados de seis comunidades autónomas españolas, Cataluña, Euskadi, Castilla-León, Extremadura, Aragón y Valencia y que atendieron a más de 10.000 personas en el 2010, cifra similar a la del ejercicio anterior. Y no ha sido la única repercusión de la crisis, dado que las estrecheces económicas han llevado a grupos de personas drogodependientes a las puertas de centros de deshabituación para someterse a tratamientos de desintoxicación, ante la imposibilidad de hacer frente a los gastos generados por su consumo.
En cuanto a los perfiles hay que destacar que un 86% eran hombres, un 24% tenían asociadas patologías mentales, un 55% se encontraban en paro y un 22% carecía de domicilio fijo al iniciar el tratamiento. Además, un 27% del total de drogodependientes, 1.159 pacientes, recibieron tratamiento en régimen asistencial, con una estancia media de 138 días. Se ha apreciado también la estabilidad en el consumo de heroína, dado que solo un 11% estuvo en el programa de metadona.