Expertos muestran preocupación por estos juegos "de enlace" que podrían desarrollar una futura adicción a los juegos de azar en los niños.
Quienes juegan Candy Crush deben reconocer que es un juego muy adictivo. Por eso, en Inglaterra, algunos están levantando la voz y adviertiendo de los efectos nocivos que estos juegos pueden tener en los niños, quienes podrían aumentar sus posibilidades de tener problemas con el juego en el futuro.
La advertencia viene del profesor Mark Griffiths, director de la Unidad de Investigación Internacional del Juego de la Universidad Nottingham Trent, quien le dijo al diario The Telegraph que los adolescentes están siendo atraídos a sitios web de juegos de azar a través de redes sociales y convirtiéndose en adictos a ellos.
Afirmó que estos juegos introducen a los jóvenes en la emoción y recompensas de los juegos de azar, incluso cuando no estén jugando con dinero real. "Es un poco como la vieja analogía del narcotraficante: dar un poco de forma gratuita y engancharlos".
Juegos como Candy Crush Saga, con millones de descargas a nivel mundial, da a los jugadores la opción de pagar para tener acceso a los niveles superiores: "Es como comer chocolate. Dices que vas a comer sólo un pedazo y al final no puedes parar de comer hasta que se acabe. Dicen 'voy a jugar durante 15 minutos' y terminan cuatro o cinco horas más tarde". Los niños pueden pasar de juegos como este a otros más sofisticados de apuestas.
"Cuando empiezas a ganar, empiezas a pensar que, si estuvieras jugando con dinero real, podrías estar ganando mucho", agrega Griffiths. Por eso califica a estos juegos como "puertas de enlace" a otros juegos más "duros" como, por ejemplo, el poker en línea.
Griffiths entrevistó a casi 3.000 niños y adolescentes y descubrió que un 15% de ellos juega juegos de apuesta en línea durante la semana, antes de estudiar. Por esto, afirma que es extremadamente necesario que las escuelas tengan espacios para advertirles a los niños de los peligros de los juegos de azar en línea.
"Los maestros deben empezar a hablar de este tipo de cosas. No hay nada malo con que los niños jueguen este tipo de juegos, pero hay que acompañarlos con la educación".