Logotipo AMALAJER

fuente: eldiario.es

Los anuncios estarán permitidos únicamente de 1 a 5 de la madrugada y los mensajes no podrán apelar al aburrimiento del jugador durante el confinamiento

El Consejo de Ministros ha aprobado este martes, a propuesta del Ministerio de Consumo, la prohibición de la publicidad del juego online durante el tiempo que dure el estado de alarma. El objetivo es “evitar que las casas de apuestas hagan negocio con la preocupación y la ansiedad de la gente” durante el confinamiento para intentar frenar la epidemia de coronavirus, según explican fuentes gubernamentales.

La medida, según ha anunciado el vicepresidente para Derechos Sociales y Agenda 2030, Pablo Iglesias, en rueda de prensa telemática tras el Consejo de Ministros, se adopta "en un contexto de confinamiento que hace aún más necesario proteger a las personas que tienen problemas con el juego".

Va a estar recogida en un real decreto omnibus que recoge todas las medidas sociales del Gobierno y va a incluir una excepción parecida a la del real decreto que Consumo sacó a consulta en febrero, al permitir la publicidad de las casas de apuestas solo en la franja comprendida entre la 1 y las 5 de la madrugada, tanto en televisión como radio y plataformas digitales.

Al no haber eventos deportivos, no se va a permitir la excepción que permitía emitir publicidad de juego desde las ocho de la tarde.

Además, la publicidad que se emita en esa franja de madrugada va a tener límites. Las casas de apuestas no van a poder utilizar en ningún caso recursos para aprovechar la situación de excepcionalidad en la que vivimos apelando al aburrimiento del jugador por estar en un confinamiento para invitar a apostar. Tampoco se permitirá el uso de bonos de ningún tipo.

La decisión se ha tomado tras analizar la Dirección General de Ordenación del Juego la evolución de las apuestas en línea tras la suspensión de todas las competiciones deportivas. Se esperaba una caída que no se ha producido, según fuentes del Ministerio de Consumo.

Asimismo, esta prohibición se ha adoptado tras las peticiones de diversas asociaciones de ludópatas rehabilitados, que habían comprobado que se había producido una avalancha de llamadas de auxilio de las familias de personas con problemas de adicción al juego ante la situación de confinamiento obligado a la que está sometida la población española.