Logotipo AMALAJER

Es más fácil caer en la adicción cuando se es más joven según el estudio clínico del Hospital de Bellvitge.

La ludopatía es un trastorno del comportamiento que consiste en la pérdida de control en relación con un juego de cualquier tipo de apuesta. Se trata de un trastorno reconocido por la Organización Mundial de la Salud (OMS) que lo recoge en su clasificación Internacional de Enfermedades en el año 1992.

Se trata de un trastorno que solemos vincular a los adultos, dado que exige libertad e ingresos disponibles para apostar. Pero con el auge de los juegos por Internet a través de las redes sociales y de los teléfonos móviles inteligentes algo ha cambiado. Una de las consecuencias es que se ha incrementado significativamente el número de jóvenes que acuden a las consultas de los médicos especializados en el juego patológico.

Así lo pone de manifiesto un estudio del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (Idibell) que ha analizado la influencia de la edad en el trastorno del juego patológico. El trabajo, con más de 2.300 pacientes de entre 17 y 86 años, muestra que algunos rasgos de personalidad asociados a la edad son factores de riesgo para caer en una adicción al juego.

 

La doctora Susana Jiménez, responsable de la Unidad de Juego Patológico del Hospital de Bellvitge y coordinadora de un estudio, asegura que “ahora llegan a la consulta pacientes más jóvenes, con estudios universitarios y con niveles socioeconómicos más elevados” como consecuencia de la popularización del juego por Internet, que ha cambiado el perfil del paciente con problemas de adicción.

De esta forma, los pacientes más jóvenes, de entre 17 y 35 años, tienen más tendencia a la impulsividad y a buscar nuevas sensaciones que actúan como factores precipitantes de la adicción al juego; mientras que para las personas de edad avanzada, de entre 55 y 86 años, el juego es una vía para “modular estados emocionales negativos, huir de sentimientos de soledad, insatisfacción o malestar físico”.

Una de las conclusiones del estudio –publicado en la revista Journal of Gambling Studies– es que el juego patológico es un trastorno transitorio y episódico en la vida del paciente ya que hay determinados momentos de la vida en los que se puede controlar mejor esta conducta. También revela que las mujeres se inician más tardíamente en el juego, hacia los 35-40 años, mientras que los hombres empiezan a jugar más jóvenes.

“El único factor de la personalidad que no varía con la edad es la autodirección, la capacidad de tomar las riendas de nuestra vida, de ser persistentes con un objetivo”, un rasgo que, según la investigadora, es “bajo en todas las etapas y que puede dar la clave para actuar en el tratamiento y en la prevención del trastorno”.