Logotipo AMALAJER
Plan lucha contra las adicciones de la Junta de Andalucía 2016

La población juvenil seguirá siendo la prioridad de la Junta de Andalucía en su tercer plan contra la drogadicción y el alcoholismo aprobado ayer por el Consejo de Gobierno. Prevenir que los adolescentes no caigan en adicciones a la droga, el alcohol y el juego es la misión principal del III Plan Andaluz de Drogas 2016-2021, que contará con un presupuesto de 37 millones de euros anuales de las consejerías partícipes de su desarrollo: Igualdad y Políticas Sociales, Salud, Educación y Justicia e Interior. Hay en la actualidad unas 36.000 personas recibiendo tratamiento. De ellas, unas 20.000 lo han comenzado o reiniciado este 2016.

El otro objetivo es el de garantizar una atención gratuita y universal para a las personas con problemas de adicción, anotó la consejera de Igualdad y Políticas Sociales, María José Sánchez Rubio. Un 20% de la población afectada por adicciones está a su vez en riesgo de exclusión social, con mayoría de mujeres, puntualizó. Como novedad hay un programa de ayuda a esta población cofinanciado por primera vez con el Fondo Social Europeo y dotado con dos millones de euros.

Los opiáceos es la sustancia adictiva que más tratamientos provoca: 14.750 al día 8 de abril. Le sigue el alcohol: 9.320 personas. El plan incorpora las últimas técnicas y resultados científicos y de nuevos fármacos en materia de alcoholismo. Hay 7.059 personas tratándose para dejar la cocaína y otras 5.531, el cannabis. Hay 381 centros de salud andaluces que ayudan a quienes lo solicitan a dejar de fumar.

Sánchez Rubio subrayó que en la nueva estrategia (que reproduce programas clásicos de talleres y comunidades terapéuticas) han colaborado 400 profesionales. «Es un plan integrador y de consenso», apuntó.

El plan se estructura en cuatro grandes bloques: medidas preventivas, atención socio-sanitaria, incorporación social y gestión del conocimiento. En el área de la prevención el objetivo es evitar o retrasar la edad de inicio de consumo de sustancias psicoactivas y de actividades susceptibles de convertirse en adicciones.

En atención socio-sanitaria se pretende mejorar el acceso a la red de atención y garantizar la cartera de servicios, además de impulsar sistemas de evaluación de la calidad en la gestión para mejorar la participación y satisfacción de los usuarios y los profesionales.

En las otras dos áreas, destacan las medidas dirigidas a facilitar la integración laboral y el diseño de un modelo formativo adecuado a las nuevas tecnologías y los retos emergentes.

El plan establece la creación del catálogo de servicios de la red para la atención a las drogodependencias y adicciones e incorpora nuevos problemas vinculados a las nuevas tecnologías.