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Más de un centenar de zamoranos ha sido atendido por la Asociación Salmantina de Jugadores de Azar en Rehabilitación desde su fundación en 1992. El colectivo creado en Zamora en 2015 apenas duró siete meses. No por falta de ludópatas, sino por la “vergüenza social” de los afectados en una ciudad tan pequeña. Nos lo cuenta Félix Álvarez, ex jugador y ex presidente de la asociación zamorana.

“El juego es inherente al ser humano. Jugamos por placer desde niños. Forma parte de la vida y del desarrollo psicológico; pero cuando en la edad adulta se vuelve adictivo y genera conductas patológicas que pueden derivar en problemas para la salud, es hora de ponerle freno. Es tu turno, juega con responsabilidad”. Este mensaje es uno de los principales mantras que los psicólogos intentan inculcar a las más de 500.000 personas en España adictas a los juegos de azar, según cifras de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR).

Reconocida como enfermedad crónica en 1992 por la Organización Mundial de la Salud, la ludopatía consiste en una “alteración progresiva del comportamiento por la que el individuo siente una incontrolable necesidad de jugar (juegos de azar) menospreciando cualquier consecuencia negativa. Piensa, vive y actúa en función del juego”. “Todo comienza con la desfortuna de ganar un premio fácil”, comenta Félix Álvarez, ex jugador y ex presidente de Asociación Zamorana de Afectados por Ludopatía y Juego Patológico (AZALPA). “Cogías 25 pesetas, las metías en una máquina tragaperras, ganabas 20.000 y la mente se te descolocaba, pensabas que podías irte a vivir dos meses al Caribe a cuerpo de rey”, recuerda. “Nunca me pude ir”, añade. 

Está separado, tiene 63 años y diez de ellos los pasó al frente de ASALJAR, Asociación Salmantina de Jugadores de Azar Rehabilitados. Desde su fundación en 1992, la organización charra asegura haber atendido a más de un centenar de zamoranos, incluso mientras coexistió durante siete meses, de febrero a agosto de 2015, con el colectivo zamorano creado por Álvarez. “Durante ese periodo atendíamos entre cuatro y diez familias. Era una sociedad sin ánimo de lucro y económicamente no era viable pero por encima de eso estaba la idiosincrasia de una ciudad tan pequeña como Zamora. Buscando dinero somos peor que los perros de la Policía, todos nos conocemos y a la gente le da vergüenza social porque la ludopatía es un trastorno muy escondido”, asevera. 

Y entonces, ¿dónde son atendidos los zamoranos adictos al juego? Desde ASALJAR, colectivo de Salamanca, nos informan de que atienden en torno a una decena de familias zamoranas (afectados y allegados) que se desplazan hasta la capital charra sobre todo a las terapias de los sábados por la tarde, impartidas por una psicóloga. Desde AJUPAREVA, asociación federada de Valladolid, no nos facilitan cifras exactas aunque nos aseguran que “más de dos docenas”. 

“No somos culpables de nuestra adicción pero sí responsables de nuestra curación. Cuando fui presidente de la asociación salmantina me encontré con dos casos bien diferenciados: el de un joven estudiante de 16 años y de quien nos dio aviso su tutor del instituto; y una mujer de 80 años de un elevado estatus económico. Nos puede pasar a todos pero con la rehabilitación puedes arreglar el destrozo que te haces a ti mismo. Puedes volver a ser persona y actuar como el miembro de la familia que te corresponde”, sentencia Félix.

Aunque la asociación zamorana ya no sigue activa, su teléfono móvil sí. Félix atiende todas las llamadas a su número de teléfono (639 40 85 97) y les proporciona información de interés en su objetivo de ayudar a los nuevos afectados, sobre todo jóvenes de género masculino de entre 20 y 35 años, seducidos por las últimas casas de apuestas abiertas en Zamora y por la ingente cantidad de anuncios de juegos y apuestas on line. La última llamada la recibió ayer.