El enorme potencial de las tecnologías de la comunicación y del ocio requiere educar a los menores para un uso razonable que aminore sus posibles riesgos de adicción, un consejo de los expertos muy propicio en un momento en que ya se ha iniciado "la fiebre" por los regalos de Navidad.

Así lo ha expuesto a Efe el psicólogo general sanitario y coordinador de la Asociación Alicantina de Afectados por la Ludopatía y otras adicciones 'Vida Libre', Antonio Castaños, quien ha afirmado que tanto el juego de apuesta como los videojuegos, en especial los multijugador "online", son incluidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS) entre las conductas adictivas.

"Por otra parte, los contenidos de algunos de ellos son contrarios a la ética más elemental, pues contienen violencia extrema, consumo de drogas y sexo explícito, entre otras lindezas", ha asegurado este experto en adicciones.

Ha señalado que un invento algo más reciente es el que vincula las apuestas con los videojuegos, ya que algunos de estos incluyen casinos en los que se apuesta dinero real o virtual.

Según la encuesta efectuada por el Observatorio Español de las Drogas y las Adicciones, antes del confinamiento la frecuencia más habitual del uso de videojuegos era de 1 a 3 días al mes, mientras que durante el confinamiento lo más frecuente fue que dicha conducta se produjera de 5 a 7 días a la semana, ha indicado Castaños.

"Por edades, se observó que, entre los jóvenes de 14 a 17 años que participaron en esta encuesta, el 9 % presentaba un posible trastorno por videojuego, frente al 6,9 % de los mayores de edad", según este psicólogo.

Para Castaños "no es pues de extrañar que el uso problemático o la adicción al juego de apuesta encuentre entre los más jóvenes el mayor porcentaje de afectados, cambiando el perfil tradicional del jugador: un tercio de las personas atendidas en 'Vida Libre' comenzaron a apostar siendo menores, constatándose tal circunstancia en la mayoría de centros asistenciales de nuestro país".

Este experto considera "muy importante" que "los padres y las madres conozcan el contenido de los videojuegos que pida estas fiestas su hijo/a".

"Este se puede consultar en Internet, en el denominado Código PEGI, que, elaborado por la propia industria, informa de estos y de las edades recomendables para su uso", ha asegurado el psicólogo.

Además, "es esencial que madres y padres dejen clara su posición contraria a las apuestas o uso excesivo de las tecnologías: una actitud laxa se relaciona con un mayor riesgo para los/as menores en su utilización", ha reseñado.

"En cualquier caso, lo esencial será establecer un diálogo abierto con ellos y ellas, mostrándoles las consecuencias que tal conducta podría tener para su vida futura y siendo coherentes con la nuestra. Por poner un ejemplo cercano, entre otros, con el uso masivo e invasivo del WhatsApp, pues somos sus modelos de referencia hasta que nos releven sus iguales o líderes de opinión", ha añadido. EFE