fuente: sectordeljuego.com

Declaraciones de MIguel Mazón tras la rebaja fiscal al juego online en Ceuta y Melilla recogida en los PGE 2018.

Era una reivindicación de los gobiernos de Ceuta y Melilla y, finalmente, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, ha accedido a ponerla negro sobre blanco en la Ley de Presupuestos Generales del Estado. El Gobierno va a convertir de facto a las dos ciudades autónomas en una suerte de paraíso fiscal para las empresas de juego online. La intención es atraer a estos territorios a los gigantes del sector ahora instalados en el peñón de Gibraltar que se ven amenazados por cuál será su situación frente a Europa como consecuencia del Brexit y por los cambios al alza en la fiscalidad que el Reino Unido ha aplicado a las apuestas en red y que han sido refrendados hace pocos meses los tribunales.

Los cambios más significativos llegan para las llamadas apuestas deportivas mutuas, de contrapartida y cruzadas, rifas o concursos. En la legislación hasta ahora en vigor se fijaban dos tipos de gravamen: uno para los ingresos brutos y otros para los netos (restando los premios). Hasta ahora el juego online podía tributar al 15% en el primer caso o al 25%, en el segundo. La modificación introducida por Montoro simplifica el sistema y fija una única tributación para las operadoras del 20% sobre los ingresos netos (dinero jugado menos premios entregados). En la práctica significa una rebaja de la fiscalidad de un sector que está basando su expansión en un modelo que se caracteriza por devolver en premios cerca del 95% del dinero apostado. Esto explica que, pese mover alrededor de 13.000 millones de euros en España el año pasado, apenas haya aportado a las arcas públicas cerca de 53 millones de euros.

La fiscalidad será todavía más reducida en Ceuta y Melilla. Los tipos relativos "a las operadoras con residencia fiscal en sus territorios y realmente radicadas" en las ciudades autónomas se rebajan a un escaso 10% sobre los ingresos netos. La bonificación del 50 por ciento, que no existía hasta ahora, se justifica en la Ley de Presupuestos de forma similar a lo exigido para los demás tributos del sistema fiscal español. Se trata de "trasladar los beneficios fiscales que se recogen en otros impuestos para ambas ciudades autónomas".



Miguel Mazón, investigador del área económica de la Unidad de Juego y Adicciones Tecnológicas que coordina Mariano Choliz en la Universidad de Valencia, atribuye los cambios en los tipos impositivos a una presión de los lobbies del sector. "Se ha hecho con nocturnidad y alevosía. No entiendo que una actividad que debería esta fiscalmente gravada como el resto de los juegos y que actualmente mueve más de 13.000 millones apenas haya aportado 52,7 millones; no entiendo las razones por las que Montoro, en pleno déficit fiscal, rebaja impuestos a estas actividades que no generan ningún tipo de empleo y son la principal causa de ludopatía en nuestros jóvenes", señala.

Mazón se muestra crítico con la bonificación introducida para Ceuta y Melilla porque las convierte en un imán para los operadores con sede en España. Aunque considera que la decisión está directamente relacionada con el Brexit y la legislación en el Reino Unido. "Creo que es un intento de que todas las empresas radicadas bien en Malta o en Gibraltar radiquen su domicilio en España, sobre todo después del Brexit", afirma. "Pero también va a provocar que las que pudieran estar radicadas en España vayan a domiciliarse a Ceuta y Melilla". elconfidencial