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La facilidad de acceso con los móviles, una sensación de placer instantáneo y la posibilidad de jugar con amigos provocan que los jóvenes se conviertan en ludópatas con mayor celeridad

Desde que se legalizó el juego on line en España en 2011, ha crecido exponencialmente el número de jugadores y las personas, especialmente jóvenes, que se enganchan y se convierten en ludópatas. Según el informe ‘Análisis del perfil del jugador on line 2015’, realizado por la Dirección General de Ordenación del Juego, un organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, sólo en un año el número de jugadores on line ha crecido un 19,6%. La cifra alude, evidentemente, a los jugadores esporádicos o habituales, no a los adictos al juego.

 

Los expertos alertan, sin embargo, que la facilidad para acceder con dispositivos electrónicos de todo tipo implica que chavales cada vez de menor edad puedan ‘entrar’, sin problema alguno, en las casas de apuestas on line. En teoría, sólo se puede acceder si se es mayor de edad, pero algunos chicos utilizan el DNI de sus padres para poder registrarse como si fueran mayores.

La edad media, 18 años

La edad media de inicio en el juego se ha reducido a los 18 años y el perjudicial paso de ser un simple jugador aficionado a ser un adicto se produce con mayor celeridad. «Ahora la evolución del trastorno es más rápida. Antes se necesitaban seis años para que un jugador se convirtiera en ludópata. Ahora sucede en solo un año», explica Montserrat Gómez, psicóloga clínica y responsable de la sección de juego patológico del Institut de Diagnòstic Psicològic (IDP) de Tarragona.