A partir de una determinada hora de la noche las ruletas se convierten en las protagonistas de numerosos canales de televisión. Como el milagro del pan y los peces, puede multiplicar el dinero de su apuesta si la bolita cae en el número o color que ha elegido en el casino virtual. Solo necesita unos pocos céntimos y un dispositivo para conectarse a una página web en la que hacer su apuesta. El sistema de este y otros juegos 'on line', atractivo por su sencillez y accesibilidad, y los continuos anuncios por Internet o televisión desde la regularización del sector en junio de 2012 han disparado el número de jugadores. Y entre ellos hay quienes acaban perdiendo el control hasta convertir un divertimento en una adicción, una problemática que también crece y que ya está detrás de tres de cada diez casos de ludopatía que atiende la Asociación Malagueña de Jugadores de Azar en Rehabilitación (Amalajer).
El presidente de este colectivo, Francisco Abad, advierte precisamente del aumento de adictos al juego 'on line' por el «bombardeo publicitario» que reciben los ciudadanos para jugar en casinos o bingos virtuales que anuncian conocidos personajes públicos. «Se ha legislado sobre el sector, pero no se han puesto cortapisas en la publicidad y no se le aplican las mismas normas que al tabaco o al alcohol», apunta Abad, que señala que el 30% de las más de 200 personas que reciben actualmente terapia en Amalajer están enganchadas a las apuestas a través de Internet. Hace un año la proporción apenas llegaba al 10%.
Más hombres que mujeres
El auge de estos juegos se refleja en las cifras de usuarios de esta asociación, que en 2012 contabilizó unas 95 admisiones nuevas y hasta octubre de este año lleva registradas 130, un incremento que, según Abad, se debe a que cada vez hay más personas adictas a juegos presenciales que terminan sucumbiendo también a los electrónicos y esto les lleva a tocar fondo y buscar ayuda.
La facilidad para acceder a ellos y para ocultar el problema al poder conectarse desde el móvil, tabletas u ordenador desde cualquier sitio y a cualquier hora, hacen que sea muy fácil caer en las redes de los casinos, quinielas o bingos virtuales, explica Abad. Además, añade, el sistema permite «hacer más triquiñuelas» para mantener el consumo en secreto y alargarlo en el tiempo, utilizando los datos de otras personas para registrarse en una web, por ejemplo. Al contrario de lo que ocurre en otros juegos presenciales, la mayoría de los ludópatas de este tipo tienen formación superior. En cuanto al sexo, más del 90% de los atendidos en Amalajer son hombres, y de unos 35 años de media, una edad que va en descenso.
No obstante, según la compañía de análisis Nielsen, las mujeres suponen ya un 41,5% de los jugadores 'on line' en España. A nivel general el número de aficionados a este tipo de apuestas ha aumentado un 18%, según este estudio basado en el acceso de usuarios a servicios y páginas de juegos y loterías con protocolos seguros https.